El Neapolitan Marble Cake de Peggy Porschen

Desde que tengo el libro Boutique Baking de Peggy Porschen quiero hacer todas sus recetas, pero no todas son fáciles de hacer o por lo menos que te queden como le quedan a ella.

Pero una las recetas sencillas que tiene es este queque marmoleado en tres colores: rosa, chocolate y vainilla. Claro que a mí no me salió muy marmoleado y quedó un poco lejos de cómo se ve en la foto del libro.

Tengo un serio problema con las recetas de Peggy, no digo que estén mal, hasta ahora todas han resultado muy buenas, pero por alguna razón nunca obtengo la suficiente masa para llegar a las cantidades que supuestamente rinde cada receta. Por ejemplo, a pesar que la receta dice que rinde para 24 cupcakes, a mí sólo me salen 14, y esto me ha pasado varias veces, y eso que bato y bato la masa para que se airee bastante y por lo tanto rinda bien, pero no he podido sacar más de 14.

En este caso del queque marmoleado, la receta dice que rinde para un molde de 30 centímetros (12 pulgadas) y la foto muestra claramente un queque hecho en un molde clásico de bundt cake. Pues el molde más grande que tengo de bundt cake no llega a los 30 centímetros, es más pequeño de lo que dice la receta, sin embargo quedó muy grande para la cantidad de masa que obtuve.

Y ahí es cuando pienso que debo escuchar a mi instinto. Cuando leí que se necesitaba ese tamaño de molde me pareció demasiado, pero miraba la foto y  medía mis moldes buscando el más adecuado, sin embargo internamente me repetía, usa el pequeño…pero Peggy dice de 30…usa el pequeño…bueno usé el normal y quedó así como lo ven, algo chato y lo peor, la masa color rosa no llegó a ser suficiente para lograr un buen tamaño durante la cocción.

Otra cosa, la masa de chocolate llega a ser un poco más pesada, producto de la cocoa (a pesar que hay que ponerle un agregado de leche), entonces lo que sucede es que presiona a la masa rosa y esta termina esparciéndose por el borde del molde. Al final el resultado es igual de bonito, cuando sirves el queque tiene toda una cobertura rosa que no ves cuando lo partes, ya que solo se llega a distinguir con mayor nitidez el chocolate y la vainilla.

Algo que voluntariamente no le puse a este queque fue el almíbar. Como toda receta de Peggy, una vez cocida la masa hay que bañarla con un almíbar. En el caso de los cupcakes lo hago, pero para este queque no creí que fuera necesario, así que no se lo puse y la verdad me gustó cómo quedó. A lo mejor el almíbar contribuye a que tenga un poco más de humedad y se conserve por más tiempo, pero también le da más dulce y yo no quería eso.

Naturalmente si ustedes prefieren ponerle almíbar, preparan uno con 150 gr. de azúcar y 150 ml de agua. Ponen todo esto en una olla, lo llevan a la hornilla y sin mover dejan que hierva. Retiran y con ayuda de una brocha bañan todo el queque, sin sacarlo del molde. Una vez frío el queque, entonces recién lo desmoldan. Ah, las cantidades que les he dado son las mismas que salen en la receta.

Ahora vamos con la receta. Cremar la mantequilla con el azúcar y la vainilla. Una vez que la mezcla esté cremosa y la mantequilla haya cambiado de color, agregar de a pocos los huevos ligeramente batidos. Si es que ven que la masa se corta, entonces dejan de poner los huevos y agregan 1 cucharada colmada de harina, luego siguen batiendo. No se olviden de raspar los bordes y el fondo del tazón de vez en cuando.

Luego de colocar todos los huevos, batir por unos 5 minutos más, hasta que vean que la masa resulte muy cremosa. Conseguido este punto, bajar la velocidad de la batidora a mínimo, agregar la harina y  batir solo hasta integrar. Si prefieren esto lo pueden hacer fuera la batidora y usando una espátula para mezclar.

Dividir la masa en tres partes iguales. Si desean, primero la pesan para así poder tener cantidades más exactas al momento de dividir la masa. Un tercio de la masa la dejan tal cual, al natural. Al otro tercio de la masa colocarle un par de gotas de colorante vegetal rosado. Yo usé el Deep Pink de AmeriColor porque la verdad me va muy bien con esa marca de colorantes.

A la tercera parte agregarle la cocoa cernida y la leche. Mezclar con cuidado con la espátula. Yo creo que aquí le pondría un poquito más de leche de lo que dice la receta, de modo que quede un poquito más suelta, es decir, con la misma textura que la rosada.

Ahora colocar la masa dentro del molde, primero va la rosada, luego va la de chocolate y al final va la de vainilla. Luego, con un cuchillo o el mango de la espátula hacer un trazo dentro de la masa para que pueda formarse el marmoleado. Háganlo con movimientos en zigzag. Yo solo pasé el mango como quien le da una vuelta al molde y no me quedó muy marmoleado que se diga.

Meter el molde en horno precalentado en 350°F/180°C y hornear por 30 minutos. Claro, la receta dice que hay que hornear por 1 hora, pero supongo que eso debe hacerse si es que te da para un molde de 30 centímetros, de lo contrario, deberán poner el queque menos tiempo, tal cual hice yo. La mejor forma de saber si está cocido es, ni bien sintamos que la casa huele a queque recién horneado, entonces aún en el horno insertar un probador. Si sale limpio, es que ya está cocido, si sale con masa, es que le falta. En ese caso lo dejan 5 o 10 minutos más, dependiendo de cuánta masa quede pegada en el probador.

Retiran la masa del horno y la dejan reposar por 10 minutos, pasado ese tiempo desmoldan el queque sobre una rejilla para que enfríe totalmente. Una vez me preguntaron cómo hacía para que no se rompa el queque al desmoldar. Pues bien, les digo que para este tipo de molde siempre prefiero engrasar el molde con grasa en spray, se me hace muy cómodo. Y pasados los 10 minutos de reposo, con mucho cuidado y despacio, muevo y sacudo el molde de modo que el queque se desprenda de las paredes del molde. Luego, cerrando los ojos y diciendo una plegaria le doy vuelta…y taraaaaan…

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