Brownie

Este clásico no podía faltar en el blog, el favorito de mis hijos, el favorito de mi esposo, el favorito de mi familia, el clásico Brownie.

Hacerlo es súper fácil, son pocos los ingredientes que lleva y en verdad su sabor y textura dependerá únicamente de la calidad del chocolate que se use.

Recetas de Brownies hay miles, si entran a buscar por internet encontrarán muchas, algunas muy diferentes y muchas muy buenas. Lo que deberán tener en cuenta es que básicamente hay dos tipos de brownie, los que son migosos y los que son densos. Los primeros son los brownies que son como un queque de chocolate, en esos casos el contenido de harina es mayor y por lo general se hacen con cocoa (cacao en polvo), incluso algunas veces dentro de los ingredientes encontrarán polvo de hornear.

Los que son densos son más bien hechos con menor cantidad de harina y por lo general con chocolate. Sin desmerecer el anterior, sí les digo que este tipo de brownie es mi favorito, es como más húmedo, queda casi como si no estuviera completamente cocido y el sabor a chocolate es bastante fuerte. Naturalmente la fuerza del chocolate dependerá de la calidad que usen y sobre todo del porcentaje de cacao que contenga. Eso sí, les recomiendo que usen el chocolate amargo, no usen chocolate de leche porque si lo hacen el brownie quedará muy dulce y no se le sentirá mucho el sabor a chocolate.

La receta que les traigo ahora la tengo desde hace mucho tiempo, partí de una inicial que la fui ajustando según cómo resultaba el brownie y según las caras que ponían mis hijos al comerlo, sobre todo, el tiempo que duraba el brownie en la casa. Cuando llegué a esta receta pues el brownie desapareció el mismo día, y ahora prácticamente se lo comen saliendo del horno.

Por esta razón suelo hacer el brownie en un molde refractario, ese de vidrio, porque ya no lo desmoldo, ni bien sale del horno y deja de estar caliente ya están los cuchillos y las cucharitas listas para comerlo. Sólo esta vez lo desmoldé, para que ustedes puedan tener una mejor idea de cómo queda el brownie y claro, para que las fotos no queden tan mal.

Así que si ustedes desean desmoldar el brownie y cortarlo en porciones, entonces deberán hornearlo en un molde forrado con papel aluminio, el cual deberá estar engrasado. Es importante que el papel platina cubra todas las paredes del molde, así les será más fácil desmoldarlo.

Otra cosa que hay que hacer es derretir el chocolate y la mantequilla, esto se puede hacer a baño maría, así es más seguro no quemar el chocolate. Sin embargo lo que yo hago es derretir primero la mantequilla directamente en el calor (bajo), así aprovecho y una vez derretida tomo un poco de ahí y con una brocha engraso el papel platina del molde. A la mantequilla derretida, fuera del calor, agregar el chocolate para que se derrita, sí, como si estuvieran haciendo un ganache, pero en lugar de crema de leche usan mantequilla. Con la espátula lo mueven hasta que vean que el chocolate esté totalmente derretido.

Por otro lado, en un tazón colocar los huevos y con un batidor de mano mezclar. No es necesario batirlos, la idea es sólo que se unan las yemas con las claras. Algo que deben tener en cuenta es que para este tipo de brownie los ingredientes no se baten ya que no queremos que entre aire a la masa, así conseguimos que quede densa.

Luego agregar el azúcar y mezclar bien. La verdad es que por lo general hago este brownie con azúcar blanca, eso porque la rubia (azúcar morena) tiene un ligero sabor a caña que no me gusta en esta receta. Sin embargo sí prefiero la rubia (morena) cuando hago el brownie de café.

Una vez que estén unidos el azúcar y los huevos, agregar la vainilla y mezclar.

Ahora es el turno del chocolate, es importante que no esté caliente. Si es que siguen los mismos pasos que yo, es decir, derretir el chocolate dentro de la mantequilla ya fundida a estas alturas la mezcla estará tibia, así que ya la pueden poner en la mezcla, pero háganlo suavemente. Yo por las dudas prefiero agregarla en forma de hilo y mientras cae voy mezclando con la espátula.

Finalmente agregar la harina cernida junto con la cocoa (cacao en polvo). Sí, le pongo además un poco de cocoa, le da un toque más chocolatoso sin secar la masa. Con la espátula van a mezclar hasta que todo esté integrado.

Es posible que al principio sientan que la masa quedó un poco seca y que la harina no se integra, pero verán que luego de unos cuantos movimientos la masa queda toda pareja y algo suelta.

Colocar la masa dentro del molde y dar unos pequeños golpes para eliminar las burbujas que puedan haber quedado en la masa.

Llevar a un horno precalentado a 350°F/180°C por unos 30 minutos. Se deberá formar como una costra en la superficie y cuando introduzcan el probador, este NO deberá salir completamente limpio. Para que el brownie quede con la consistencia que queremos no debe secarse, así que debe quedar algo en el probador. Ojo, tampoco debe quedar con mucha masa, sólo un poquito.

Dejar enfriar el brownie dentro del molde. Recién cuando esté completamente frío lo deberán desmoldar y cortar. Para que les resulte más fácil cortarlo, pueden ponerlo una o dos horas en la refrigeradora, con todo y molde. Luego lo retiran, toman los bordes del papel platina, lo levantan y colocan sobre una tabla. Con cuidado desprenden el papel de los costados y cortan en brownie en la cantidad de porciones que deseen.

Al final pueden ponerle un poco de azúcar en polvo o dejarlo como está. Esta vez no le puse azúcar porque quería que vieran bien cómo quedaba la textura tanto por fuera como por dentro.

Hacer click aquí para obtener la receta del Brownie.